Una breve recopilación de fórmulas aparentemente corteses, con su definición real.
Desde que George Orwell dedicó el apéndice de 1984 a “Los principios de la neolengua”, somos un poco más conscientes de cómo los Gobiernos manipulan el idioma. Ronald Reagan llamó “El Pacificador” a un misil de 10 ojivas nucleares y George Bush bautizó la invasión de Irak como “Operación Libertad”. Y acuérdense de José Luis Rodríguez Zapatero haciendo malabares para evitar decir “crisis”. En mayo de 2008, con el PIB ya en caída libre, todavía hablaba de que la “desaceleración transitoria” se había vuelto “más intensa”.
La política no es, sin embargo, el único ámbito en el que los eufemismos proliferan. Otro hábitat muy propicio, como nos recordaba hace poco The Economist, es el mundo del trabajo, donde fórmulas aparentemente inocuas también encierran a menudo ojivas nucleares.
Para los menos avisados, he recopilado aquí unas cuantas. Seguro que les suenan de alguna reunión reciente.
“Estamos pivotando el modelo”. Significado literal: Hemos dado paso a una estrategia mejor perfilada y enfocada en lo que realmente funciona. Significado real: No hemos vendido ni una escoba y vamos a ver si engañamos a los accionistas para que sigan poniendo dinero.
“Sistemas ya está encima del problema”. Significado literal: He dado aviso al departamento técnico. Significado real: Mira en YouTube cómo se resuelve tu problema informático, porque el último ingeniero capaz que teníamos se ha largado a la competencia.
“Somos una familia”. Significado literal: Nos preocupamos de los empleados como si fueran nuestros hijos. Significado real: Jamás te pagaremos lo que cobrarías en una empresa seria.
“Te escucho”. Significado literal: Te escucho. Significado real: Me estás tocando las narices ya con tus comentarios.
“Vamos a dejar esto para más adelante”. Significado literal: Aplacémoslo por ahora. Significado real: Olvídate.
“Es una sugerencia muy interesante”. Significado literal: Qué gran idea. Significado real: Olvídate para siempre.
“Me encanta que hayas sacado ese tema”. Muletilla ambigua. Puede indicar efectivamente que a tu jefe le encanta que hayas sacado ese tema. No obstante, si va seguida de una conjunción adversativa (pero, aunque, mas…), se usa indistintamente como sinónimo de “Vamos a dejar esto para más adelante” o “Es una sugerencia muy interesante”.
“No tengáis miedo a equivocaros; si no estáis rompiendo cosas, no os estáis moviendo lo bastante rápido”. Significado literal: Hay que explorar todas las opciones, incluso las más inverosímiles. Significado real: No se os ocurre nada, tíos.
“Estamos en ello”. Significado literal: Lo tenemos casi a punto. Significado real: Ni siquiera hemos empezado.
“Eso no se puede hacer”. Significado literal: Ya se nos ocurrió una vez y no funciona. Significado real: Uf, qué pereza.
“Tienes que salir de tu zona de confort”. Significado literal: Te falta ambición. Significado real: Eres un vago redomado y te tengo echado el ojo.
“Sabes cuánto admiraba a tu padre…” Significado literal: Tu padre era un genio. Significado real: ¿Cómo has podido salir tan idiota?
“¿Puedes quedarte un momento?” Significado literal: Quiero consultarte una trivialidad. Significado real: Vete buscando otro empleo.