Hemos desarrollado un arsenal de antibióticos que nos protege de la mayoría de los patógenos, pero que es al mismo tiempo un gimnasio donde se entrenan bichos cada vez más terroríficos. Seguir leyendo
Hemos desarrollado un arsenal de antibióticos que nos protege de la mayoría de los patógenos, pero que es al mismo tiempo un gimnasio donde se entrenan bichos cada vez más terroríficos. Seguir leyendo