Los monjes tibetanos se someten a las peores incomodidades para educar su mente en el control de las pasiones, pero la exposición a una personalidad desagradable puede resultar igual de edificante. Seguir leyendo
Los monjes tibetanos se someten a las peores incomodidades para educar su mente en el control de las pasiones, pero la exposición a una personalidad desagradable puede resultar igual de edificante. Seguir leyendo