Cuando no existe un acuerdo para respetar el patrimonio ajeno, la sociedad se hunde rápidamente en el caos del “yo lo quería y tú no lo usabas”. Seguir leyendo
Cuando no existe un acuerdo para respetar el patrimonio ajeno, la sociedad se hunde rápidamente en el caos del “yo lo quería y tú no lo usabas”. Seguir leyendo